Qué es el ERTE por fuerza mayor
En medio de la crisis sanitaria y económica ocasionada por la pandemia de COVID-19, muchas empresas se han visto obligadas a suspender o reducir su actividad, lo que ha llevado a una situación de incertidumbre para los trabajadores. Ante esta situación, el Gobierno ha establecido medidas para proteger el empleo y garantizar la estabilidad laboral de los trabajadores afectados.
Explicaremos en qué consiste el ERTE por fuerza mayor y cómo afecta a los trabajadores y a las empresas. Se detallarán los requisitos para acceder a esta medida y los derechos que tienen los trabajadores durante su aplicación. También se abordarán algunos aspectos prácticos, como el pago de salarios y las prestaciones por desempleo.
Cuáles son los requisitos para acceder a un ERTE por fuerza mayor
Para poder acceder a un ERTE por fuerza mayor, es necesario cumplir con una serie de requisitos establecidos por la legislación laboral. Estos requisitos son los siguientes:
1. Existencia de una situación de fuerza mayor
Se considera una situación de fuerza mayor aquella que impide de manera temporal y extraordinaria la actividad normal de la empresa. Esta situación puede ser causada por circunstancias imprevisibles o inevitables, como desastres naturales, epidemias, crisis económicas, entre otros.
2. Comunicación a la autoridad laboral
La empresa debe comunicar a la autoridad laboral competente, como el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) en España, la situación de fuerza mayor que justifica la necesidad de aplicar un ERTE. Esta comunicación debe realizarse de manera previa a la aplicación del ERTE y debe incluir la documentación que respalde la existencia de la situación de fuerza mayor.
3. Consulta con los representantes de los trabajadores
La empresa debe llevar a cabo un proceso de consulta con los representantes de los trabajadores, como los comités de empresa, antes de aplicar un ERTE por fuerza mayor. Durante esta consulta, se deben negociar las medidas a adoptar, como la duración del ERTE, las indemnizaciones, las condiciones de reincorporación, entre otros aspectos.
4. Mantenimiento del empleo
La empresa que aplica un ERTE por fuerza mayor está obligada a mantener el empleo de los trabajadores afectados durante un periodo determinado. Este periodo puede variar según la legislación de cada país, pero generalmente es de seis meses a un año. Durante este periodo, la empresa no puede realizar despidos objetivos ni contratar personal para cubrir las vacantes de los trabajadores afectados por el ERTE.
5. Comunicación a los trabajadores
La empresa debe comunicar de manera individual y por escrito a los trabajadores afectados por el ERTE por fuerza mayor los detalles de la aplicación del mismo, como la duración, las condiciones de reincorporación, las prestaciones económicas a las que tienen derecho, entre otros aspectos relevantes.
6. Solicitud de prestaciones por desempleo
Los trabajadores afectados por un ERTE por fuerza mayor tienen derecho a solicitar las prestaciones por desempleo correspondientes. Para ello, deben seguir los procedimientos establecidos por la autoridad laboral competente, como el SEPE en España. Es importante recordar que el ERTE no es un despido, sino una suspensión temporal de la actividad laboral, por lo que los trabajadores conservan su empleo y derechos laborales durante la vigencia del mismo.
Acceder a un ERTE por fuerza mayor requiere cumplir con una serie de requisitos legales, como la existencia de una situación de fuerza mayor, la comunicación a la autoridad laboral, la consulta con los representantes de los trabajadores, el mantenimiento del empleo, la comunicación a los trabajadores y la solicitud de prestaciones por desempleo.
Cuál es la duración máxima de un ERTE por fuerza mayor
La duración máxima de un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) por fuerza mayor depende de la situación en la que se encuentre la empresa y de las medidas adoptadas por el Gobierno.
ERTE por fuerza mayor antes del 30 de septiembre de 2021
Si el ERTE por fuerza mayor fue solicitado antes del 30 de septiembre de 2021, su duración máxima será de 24 meses desde la fecha de inicio del ERTE.
ERTE por fuerza mayor a partir del 1 de octubre de 2021
A partir del 1 de octubre de 2021, la duración máxima de un ERTE por fuerza mayor se reduce a 12 meses desde la fecha de inicio del ERTE.
Es importante tener en cuenta que estas son las duraciones máximas permitidas, pero el ERTE puede finalizar antes si se cumplen ciertas condiciones, como la recuperación de la actividad económica o la reincorporación de los trabajadores afectados.
Además, es necesario mencionar que estas fechas y duraciones están sujetas a posibles modificaciones por parte del Gobierno en función de la evolución de la situación económica y sanitaria.
Cuáles son las consecuencias para los trabajadores durante un ERTE por fuerza mayor
Durante un ERTE por fuerza mayor, los trabajadores se ven afectados de diferentes maneras. Estas son algunas de las consecuencias más comunes:
Pérdida de empleo temporal
Uno de los efectos más evidentes de un ERTE por fuerza mayor es la pérdida de empleo temporal para los trabajadores afectados. Esto significa que su contrato de trabajo queda suspendido durante el periodo establecido en el ERTE, lo que implica que dejarán de percibir su salario habitual.
Reducción de jornada laboral
En algunos casos, en lugar de una suspensión total del contrato, se puede optar por una reducción de la jornada laboral. Esto implica que los trabajadores seguirán trabajando, pero con una disminución en el número de horas, lo que se traduce en una reducción proporcional de su salario.
Acceso a prestaciones por desempleo
Durante un ERTE por fuerza mayor, los trabajadores afectados tienen derecho a solicitar y recibir prestaciones por desempleo. Estas prestaciones están destinadas a compensar la pérdida de ingresos durante el periodo de suspensión del contrato o reducción de jornada.
Preservación de derechos laborales
A pesar de la suspensión del contrato o la reducción de jornada, los trabajadores mantienen sus derechos laborales durante un ERTE por fuerza mayor. Esto incluye el derecho a la antigüedad, a la promoción y a la participación en beneficios sociales, entre otros.
Protección frente a despidos
Un ERTE por fuerza mayor brinda a los trabajadores una protección adicional frente a despidos injustificados o improcedentes. Durante el periodo de suspensión del contrato o reducción de jornada, el empleador no puede despedir a los trabajadores afectados sin una causa justificada.
Un ERTE por fuerza mayor puede tener diversas consecuencias para los trabajadores, que van desde la pérdida temporal de empleo hasta la reducción de jornada laboral. Sin embargo, es importante tener en cuenta que durante este periodo los trabajadores mantienen ciertos derechos y pueden acceder a prestaciones por desempleo para mitigar los efectos económicos.
Qué medidas de apoyo existen para las empresas que se acogen a un ERTE por fuerza mayor
El ERTE por fuerza mayor es una medida que permite a las empresas suspender temporalmente los contratos de trabajo de sus empleados debido a circunstancias excepcionales y de fuerza mayor, como puede ser una crisis sanitaria o un desastre natural.
En el caso de que una empresa se acoja a un ERTE por fuerza mayor, existen una serie de medidas de apoyo que pueden beneficiar tanto a los empleados como a la propia empresa:
Ayudas económicas para los empleados afectados
Los trabajadores que se encuentren en situación de suspensión de contrato debido a un ERTE por fuerza mayor tienen derecho a percibir una prestación por desempleo. Esta prestación puede ser de diferentes cuantías, dependiendo de la base reguladora del trabajador y de su situación familiar.
Además, en algunos casos, se establecen medidas complementarias para garantizar que los empleados afectados por el ERTE puedan mantener su nivel de ingresos, como el abono de un complemento por parte de la empresa o la exoneración del pago de determinadas cotizaciones sociales.
Las empresas que se acojan a un ERTE por fuerza mayor pueden beneficiarse de una serie de medidas que les permiten flexibilizar el pago de las cotizaciones sociales. Estas medidas pueden incluir la posibilidad de aplazar el pago de las cotizaciones o de fraccionar su abono en varios plazos.
Exoneración de cuotas empresariales
En algunos casos, las empresas que se acojan a un ERTE por fuerza mayor pueden estar exentas de pagar determinadas cuotas empresariales a la Seguridad Social. Esta exoneración puede aplicarse tanto a las cotizaciones por contingencias comunes como a las cotizaciones por contingencias profesionales.
Medidas de flexibilidad laboral
El ERTE por fuerza mayor también puede implicar medidas de flexibilidad laboral, como la reducción de jornada, la suspensión temporal de contratos o la redistribución de la carga de trabajo entre los empleados. Estas medidas permiten adaptar la organización laboral de la empresa a las circunstancias excepcionales que han motivado el ERTE.
El ERTE por fuerza mayor no solo supone una solución para las empresas en situaciones de crisis, sino que también se establecen medidas de apoyo para los empleados afectados. Estas medidas buscan minimizar el impacto económico y social de la suspensión de contratos y garantizar la protección de los trabajadores durante esta situación excepcional.
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