Qué es y en qué consiste un ERTE

En el contexto de la crisis económica provocada por la pandemia del COVID-19, los ERTE (Expedientes de Regulación Temporal de Empleo) se han convertido en una medida muy utilizada por las empresas para hacer frente a la disminución de su actividad y evitar despidos masivos. Sin embargo, muchas personas aún desconocen en qué consiste exactamente un ERTE y cuáles son sus implicaciones.

Vamos a explicar qué es un ERTE y cómo funciona. Veremos qué requisitos debe cumplir una empresa para solicitarlo, cómo afecta a los trabajadores y cuál es la duración y los efectos económicos de un ERTE. También analizaremos las diferencias entre un ERTE y un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) y cómo se pueden reclamar los derechos de los trabajadores afectados por un ERTE. Si estás interesado en conocer más sobre esta figura legal y cómo puede afectar tu empleo, te invitamos a seguir leyendo.

Cuál es el objetivo principal de un ERTE

El objetivo principal de un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) es permitir a las empresas hacer frente a situaciones excepcionales, como una crisis económica o una reducción drástica de la actividad, mediante la suspensión temporal de los contratos de trabajo o la reducción de la jornada laboral de sus empleados. De esta manera, se busca evitar despidos masivos y garantizar la viabilidad de las empresas en momentos de dificultad.

Cuáles son los requisitos para aplicar un ERTE

Para poder aplicar un ERTE, es necesario cumplir una serie de requisitos establecidos por la legislación laboral. Estos requisitos varían según el tipo de ERTE que se quiera aplicar, ya sea por causas productivas, organizativas, técnicas o económicas. A continuación, se detallan los requisitos generales que suelen aplicarse en la mayoría de los casos:

1. Existencia de causas justificadas

Es necesario que la empresa acredite la existencia de causas justificadas para aplicar un ERTE. Estas causas pueden ser la falta de actividad, la disminución de pedidos, la imposibilidad de llevar a cabo la actividad de forma normal, entre otras.

2. Comunicación a los representantes de los trabajadores

La empresa debe comunicar a los representantes de los trabajadores sobre la intención de aplicar un ERTE. Esta comunicación debe realizarse con una antelación mínima de quince días y debe contener la justificación de las causas, las medidas que se van a adoptar y la duración estimada del ERTE.

3. Negociación con los representantes de los trabajadores

La empresa debe iniciar un proceso de negociación con los representantes de los trabajadores para llegar a un acuerdo sobre las medidas del ERTE. Durante esta negociación se deben discutir aspectos como la duración del ERTE, las condiciones económicas de los trabajadores afectados, las garantías de mantenimiento del empleo, entre otros.

4. Notificación a la autoridad laboral

Una vez alcanzado el acuerdo con los representantes de los trabajadores o, en caso de no ser posible, después de haber realizado la negociación sin acuerdo, la empresa debe notificar a la autoridad laboral competente sobre la intención de aplicar un ERTE. Esta notificación debe contener toda la documentación necesaria que acredite la existencia de causas justificadas y el acuerdo o desacuerdo con los representantes de los trabajadores.

5. Autorización de la autoridad laboral

Finalmente, la autoridad laboral es la encargada de evaluar la solicitud de ERTE y decidir si concede o no la autorización para su aplicación. La autoridad laboral tendrá en cuenta la documentación presentada por la empresa, así como el cumplimiento de los requisitos legales establecidos.

Para aplicar un ERTE es necesario contar con causas justificadas, comunicar a los representantes de los trabajadores, negociar con ellos, notificar a la autoridad laboral y obtener su autorización. Cumplir con estos requisitos es fundamental para garantizar la legalidad del ERTE y evitar posibles sanciones o consecuencias negativas para la empresa.

Cuánto tiempo puede durar un ERTE

Un ERTE, o Expediente de Regulación Temporal de Empleo, es una medida que permite a las empresas suspender o reducir temporalmente los contratos de trabajo de sus empleados debido a situaciones de fuerza mayor o causas económicas, técnicas, organizativas o de producción.

La duración de un ERTE puede variar dependiendo de la situación y las circunstancias específicas de cada empresa. En general, un ERTE puede tener una duración máxima de 6 meses, aunque en casos excepcionales, como los derivados de situaciones de fuerza mayor, el periodo puede ser superior.

Es importante destacar que un ERTE puede ser prorrogado si persisten las circunstancias que llevaron a su implementación. En este caso, la empresa debe solicitar la prórroga y cumplir con los requisitos legales establecidos.

Durante todo el periodo de duración de un ERTE, los trabajadores afectados por la medida tienen derecho a percibir una prestación económica por desempleo. Esta prestación puede ser complementada por la empresa, dependiendo de las condiciones establecidas en el acuerdo alcanzado entre la empresa y los representantes de los trabajadores.

Es importante mencionar que, durante la vigencia de un ERTE, los trabajadores mantienen su relación laboral con la empresa, aunque se encuentren suspendidos o con una reducción de jornada. Esto significa que, una vez finalizado el ERTE, los trabajadores deberán volver a sus puestos de trabajo en las mismas condiciones que tenían antes de la implementación del ERTE.

La duración de un ERTE puede variar dependiendo de las circunstancias de cada empresa, pero en general tiene un periodo máximo de 6 meses. Durante ese tiempo, los trabajadores afectados reciben una prestación económica por desempleo y mantienen su relación laboral con la empresa.

Cuál es el impacto económico de un ERTE en los trabajadores

Un ERTE, o Expediente de Regulación Temporal de Empleo, es una medida que permite a las empresas suspender o reducir temporalmente los contratos de trabajo de sus empleados debido a circunstancias excepcionales, como una crisis económica o una situación de fuerza mayor.

Esta situación tiene un impacto económico significativo en los trabajadores afectados por un ERTE. A continuación, se detallan algunos de los efectos económicos más relevantes:

1. Pérdida de ingresos

Uno de los principales impactos económicos de un ERTE es la pérdida de ingresos para los trabajadores. Durante el periodo en el que el contrato de trabajo está suspendido o reducido, los empleados reciben una prestación por desempleo que suele ser inferior a su salario habitual. Esto puede suponer una disminución significativa en sus ingresos mensuales.

2. Inseguridad financiera

La incertidumbre sobre la duración del ERTE y la posibilidad de que se prolongue más allá de lo inicialmente previsto genera inseguridad financiera en los trabajadores. No saber cuándo y en qué condiciones podrán volver a trabajar puede generar estrés y dificultades para planificar su economía personal y familiar.

3. Dificultades para hacer frente a los gastos

La reducción de ingresos debido a un ERTE puede hacer que los trabajadores tengan dificultades para hacer frente a sus gastos habituales, como el pago de la hipoteca o el alquiler, los servicios básicos, la alimentación, entre otros. Esto puede llevar a situaciones de endeudamiento o incluso a la imposibilidad de cubrir las necesidades básicas.

4. Impacto en la jubilación y prestaciones sociales

El período en el que se está en un ERTE puede tener consecuencias en la jubilación y en otras prestaciones sociales, como las prestaciones por incapacidad o las ayudas por desempleo. Es importante informarse sobre cómo afecta esta situación a los derechos y beneficios a largo plazo.

Un ERTE tiene un impacto económico significativo en los trabajadores, que se traduce en una pérdida de ingresos, inseguridad financiera, dificultades para hacer frente a los gastos y posibles consecuencias en la jubilación y prestaciones sociales. Es fundamental contar con información clara y actualizada sobre los derechos y recursos disponibles para hacer frente a esta situación y minimizar su impacto económico.