Qué significa ERTE y ERE
En el ámbito laboral, los términos ERTE y ERE son muy comunes, pero no todos conocen su significado exacto y las diferencias entre ellos. Ambos conceptos están relacionados con situaciones de crisis o reestructuraciones dentro de una empresa, y suelen generar preocupación entre los trabajadores.
Vamos a explicar de manera clara y sencilla qué significa cada uno de estos términos y cuáles son las implicaciones para los empleados. Además, también veremos cuáles son los derechos y las protecciones que tienen los trabajadores en caso de que se aplique un ERTE o un ERE en su empresa.
Cuál es la diferencia entre un ERTE y un ERE
Para entender la diferencia entre un ERTE y un ERE, es importante conocer qué significan cada uno de estos términos. A continuación, explicaremos en qué consiste cada uno:
ERTE
ERTE es el acrónimo de Expediente de Regulación Temporal de Empleo. Se trata de un mecanismo legal que permite a las empresas suspender o reducir temporalmente los contratos de trabajo de sus empleados, de forma justificada y por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción.
En un ERTE, los trabajadores afectados pueden ver reducida su jornada laboral o incluso quedar temporalmente sin empleo, pero mantienen su vínculo laboral con la empresa. Durante este periodo, los empleados pueden acceder a prestaciones por desempleo, que son sufragadas por el Estado.
Es importante destacar que los ERTEs son medidas temporales y su duración está limitada en el tiempo. Una vez que se supera la situación que motivó su aplicación, los trabajadores vuelven a su jornada laboral y a sus condiciones habituales.
ERE
Por otro lado, ERE es el acrónimo de Expediente de Regulación de Empleo. A diferencia del ERTE, el ERE tiene como objetivo principal una reestructuración permanente de la plantilla de una empresa, con la finalidad de reducir su tamaño, cerrar determinadas áreas o incluso llevar a cabo despidos colectivos.
En un ERE, los trabajadores afectados pueden ser despedidos de forma definitiva, sin posibilidad de reincorporarse a la empresa. Sin embargo, la empresa está obligada a indemnizar a los trabajadores de acuerdo a la legislación laboral vigente, en función de su antigüedad y otros factores.
Es importante destacar que los EREs son medidas permanentes y no temporales como los ERTEs. Además, su aplicación está sujeta a una serie de requisitos legales y procedimientos establecidos por la legislación laboral.
La principal diferencia entre un ERTE y un ERE radica en su temporalidad y objetivo. Mientras que el ERTE es una medida temporal para hacer frente a situaciones económicas adversas, el ERE es una medida permanente que busca reestructurar la plantilla de una empresa.
Qué significa la sigla ERTE
El término ERTE hace referencia a Expediente de Regulación Temporal de Empleo. Se trata de un mecanismo legal que permite a las empresas suspender temporalmente los contratos de trabajo o reducir la jornada laboral de sus empleados de manera temporal y excepcional. Este procedimiento se realiza con el objetivo de hacer frente a situaciones de fuerza mayor o causas económicas, técnicas, organizativas o de producción que afectan negativamente a la empresa.
Qué significa la sigla ERE
La sigla ERE significa Expediente de Regulación de Empleo. Se trata de un procedimiento legal en el ámbito laboral que permite a las empresas llevar a cabo despidos colectivos o reducciones de jornada de forma temporal o definitiva.
El ERE se utiliza cuando una empresa se encuentra en una situación económica complicada que le impide mantener su plantilla de trabajadores en su totalidad. A través de este procedimiento, la compañía puede realizar despidos o ajustes en los contratos laborales de sus empleados, siempre bajo la supervisión de las autoridades laborales correspondientes.
El ERE puede ser de dos tipos: ERE objetivo y ERE de carácter técnico, organizativo o productivo.
El ERE objetivo
El ERE objetivo se basa en causas económicas, técnicas, organizativas o de producción. Esto significa que la empresa puede alegar motivos como una disminución de la demanda de sus productos o servicios, cambios en la tecnología utilizada o una reestructuración interna para justificar la necesidad de despedir a sus empleados.
En este tipo de ERE, la empresa debe demostrar que ha agotado todas las posibilidades de evitar los despidos colectivos, como la reducción de costes o la reubicación de los trabajadores en otras áreas de la compañía.
El ERE de carácter técnico, organizativo o productivo
El ERE de carácter técnico, organizativo o productivo se basa en la necesidad de adaptar la empresa a cambios en su estructura o producción. Esto puede implicar la reorganización de los departamentos, la externalización de ciertas funciones o la implementación de nuevas tecnologías.
En este tipo de ERE, la empresa debe demostrar que los cambios propuestos son necesarios y proporcionados, y que se han agotado todas las posibilidades de evitar los despidos colectivos, como la formación de los empleados o la reubicación en otros puestos de trabajo.
En ambos casos, el ERE debe ser comunicado a los representantes de los trabajadores y a las autoridades laborales con antelación, y se debe seguir un procedimiento establecido por la legislación laboral de cada país.
Cuándo se utiliza un ERTE y cuándo se utiliza un ERE
En el ámbito laboral, existen dos términos que a menudo generan confusión: ERTE y ERE. Ambos hacen referencia a situaciones en las que una empresa se ve obligada a tomar medidas que afectan a sus trabajadores, pero se utilizan en contextos diferentes.
ERTE: Expediente de Regulación Temporal de Empleo
Un ERTE es un mecanismo que permite a una empresa suspender temporalmente los contratos de trabajo o reducir la jornada laboral de sus empleados debido a circunstancias excepcionales. Estas circunstancias pueden ser de carácter económico, técnico, organizativo o de producción, como por ejemplo una crisis económica, una caída de la demanda o un desastre natural.
Durante la duración del ERTE, los trabajadores afectados pueden acceder a prestaciones por desempleo, ya que se considera que están en una situación de suspensión temporal de empleo. Es importante destacar que un ERTE es una medida temporal y una vez superada la situación que lo motivó, los empleados vuelven a su situación laboral anterior.
ERE: Expediente de Regulación de Empleo
Por otro lado, un ERE es un procedimiento que se utiliza cuando una empresa necesita realizar despidos de forma permanente. Un ERE se lleva a cabo cuando la empresa atraviesa dificultades económicas graves y no puede mantener la plantilla actual. Este tipo de procedimiento requiere una autorización administrativa.
En un ERE, los despidos pueden ser individuales o colectivos, y la empresa está obligada a ofrecer una indemnización a los trabajadores afectados. A diferencia de un ERTE, un ERE implica una reducción permanente de la plantilla y no se trata de una situación temporal.
Un ERTE se utiliza para situaciones de suspensión temporal o reducción de jornada debido a circunstancias excepcionales, mientras que un ERE se utiliza para despidos permanentes debido a dificultades económicas graves.
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